La pérdida de pelo es una preocupación bastante extendida en la sociedad, no sólo por el factor estético, sino también porque es una patología que puede ser un aviso de un problema en la salud general. Si usted es una de las muchas personas que sufre pérdidas localizadas de pelo, puede tener lo que llaman “alopecia areata” o alopecia localizada y puede ser síntoma de una infección dental oculta, como así lo confirman varias investigaciones científicas, una de ellas realizada por los profesores José Antonio Gil Montoya y Antonio Cutando Soriano del Departamento de Estomatología de la Universidad de Granada.

La alopecia areata es una dermatitis caracterizada por áreas bien circunscritas, redondas u ovaladas de pérdida no cicatricial del pelo, por lo general en cuero cabelludo, barba, cejas o pestañas y de origen principalmente autoinmune.

 La enfermedad se desarrolla por igual en hombres y mujeres de todas las edades, estimándose que afecta a una de cada mil personas. Aunque este tipo de caída del cabello tiene un origen aún desconocido, consiste en una respuesta autoinmune contra el folículo del pelo que provoca la caída del cabello, aunque no produce la destrucción definitiva de dichos folículos. 

En la mayoría de los pacientes el pelo vuelve a crecer en el transcurso de unos meses. Sin embargo en una cuarta parte de los pacientes la enfermedad es recurrente. “Los folículos pilosos no quedan destruidos con esta enfermedad, por lo que el pelo puede volver a crecer, si bien es cierto que son frecuentes las recidivas (recaídas) en pacientes que la han sufrido alguna vez”, explican los profesores de la UGR.

Cuando tenemos una infección en la boca, generalmente en forma de caries, los glóbulos blancos se multiplican para combatir el proceso infeccioso y sanear el diente. Lo que se deduce del estudio es que algunos de estos glóbulos blancos que se encuentran en la sangre, se transportan a otros tejidos del cuerpo y atacan erróneamente los folículos pilosos, deteniendo el crecimiento del pelo en la zona afectada. “Hemos comprobado que la localización de las placas peládicas de origen dental no siempre coinciden. En general, aparecen en el mismo lado del origen dental, encontrándose en dientes maxilares por encima de una línea trazada a lo largo de las comisuras labiales en cuero cabelludo, barba e incluso cejas; pero en ocasiones se encuentran lejos del foco infeccioso”, afirman Gil Montoya y Cutando Soriano.

La conclusión positiva de este estudio es que, al relacionar la alopecia con una infección temporal, se deduce que la eliminación de la infección acabaría también con la caída localizada del cabello y por tanto se “curaría” la alopecia. Según la investigación de la Universidad de Granada el proceso tardaría unos 6 meses si la infección no ha avanzado demasiado y no ha inutilizado los tejidos pilosos. Un tratamiento tardío de la infección dental puede provocar que los glóbulos blancos provoquen un daño irreversible en los folículos pilosos que termine por inutilizarlos y provocar que la pérdida del cabello sea ya irreversible.

Por tanto, si notamos alguna pérdida localizada y repentina del cabello, aún cuando no estemos experimentando ningún dolor ni problema bucodental, lo mejor es visitar nuestra clínica dental. Recuerde que si la infección es tratada a tiempo, las probabilidades de que la pérdida del pelo no sea permanente se multiplican.