Llamadas también inlay/onlay, las incrustraciones dentales son estructuras anatómicas en cerámica que nos permiten recuperar la anatomía de los dientes cuando se ha perdido más de 1/3 por múltiples factores.
Su preparación es mínimamente invasiva, son resistentes a la masticación, proporcionan durabilidad en el tiempo y cubren perfectamente la estética y la funcionalidad.
Las incrustaciones dentales son una solución estética y duradera para restaurar dientes dañados o con grandes restauraciones.
Están fabricadas a medida y ofrecen una apariencia natural, ya que se adaptan perfectamente al color, forma y tamaño de los dientes.
Además, son una alternativa menos invasiva a la colocación de una corona dental.
Las incrustaciones dentales pueden durar de 10 a 20 años con el cuidado adecuado.
El procedimiento es generalmente indoloro, aunque puede haber un poco de sensibilidad dental temporal después del procedimiento.
El rango de precios varía según el tipo de material utilizado y la complejidad del procedimiento. En general, las incrustaciones dentales son una opción de tratamiento más costosa que las restauraciones dentales tradicionales, como las obturaciones.